El libro “Acoso sexual y universidad. Realidades, debates y experiencias en el Ecuador”, editado por Paz Guarderas, Juan Cuvi, María de Lourdes Larrea, Betti Reyes y Beatriz Carrión y publicado por la Editorial Universitaria Abya Yala fue presentado en el campus El Girón de la sede Quito. El evento se realizó con la colaboración de la carrera de Psicología, el Grupo de Investigaciones Psicosociales y la Red Interuniversitaria de Investigación Feminista sobre el Acoso Sexual en el marco del Día de la No Violencia Contra la Mujer.

Estuvieron María Sol Villagómez, vicerrectora de sede; Roxana Arroyo, profesora e investigadora del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) y de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica; Cristina Álvarez, sobreviviente de acoso sexual universitario y Paz Guarderas, docente investigadora de la UPS. Los asistentes fueron estudiantes y docentes universitarios y público en general.

En su intervención, la vicerrectora destacó que en el texto se exponen denuncias de mujeres que visibilizan esta situaciones, que las recomendaciones pueden transformarse en acciones concretas para crear espacios educativos libres de violencia de género y fomentar entornos adecuados para la enseñanza que garanticen el derecho a vivir en un espacio sin violencia.

Por su parte, Arroyo señaló que “Este libro tiene un marco epistemológico que se recrea en el feminismo y propone una metodología para hacer ver lo que no es aparente; nos ayuda a entender la dimensión del acoso y a cuestionar el mito de que las instituciones de educación superior son neutrales”. Reflexionó además sobre el sentido de la justicia y la práctica emancipatoria que debe renovarse y plantear nuevas acciones políticas. 

Álvarez relató su experiencia de acoso sexual a partir de un monólogo y recordó el tortuoso proceso de denuncia hacia un docente de una institución pública de educación superior. “Me dijo muchas veces que había pasado el semestre gracias a sus favores. Logré recabar más de quince testimonios de acoso durante los treinta años que ejerció la docencia. Me llamaron loca por mi lucha y la justicia dijo finalmente que él no era un acosador”.

Guarderas agradeció a las autoras por la valentía de relatar sus experiencias. “Este trabajo pretende dar una respuesta a las mujeres y a las personas de las diversidades sexogenéricas que enfrentan esta violencia en las universidades”. Recalcó que se espera un resultado en el ámbito educativo para convertir a las instituciones en espacios que ejerzan la ética del cuidado mutuo.