La Familia Salesiana del Ecuador, tuvo el honor de apadrinar, por primera vez, al Niño Viajero, un símbolo de fe, esperanza y tradición para la ciudad de Cuenca. Esta designación fue asumida con profunda devoción junto a la Tercera División del Ejército Tarqui y los Comerciantes del Arenal (Feria Libre), quienes también recibieron con entusiasmo este importante rol.

La designación oficial como padrino del Niño Viajero fue realizada por Monseñor Marcos Pérez Caicedo, Arzobispo de la Arquidiócesis de Cuenca y las Hermanas del Monasterio del Carmen; en un emotivo acto llevado a cabo en las instalaciones de la UPS. El evento contó con la participación de representantes de la Familia Salesiana y miembros de la comunidad universitaria, quienes acompañaron este significativo momento con gran fervor y alegría.

El tradicional Pase del Niño Viajero, este año bajo el lema “Peregrinos de la Esperanza”, es una de las celebraciones religiosas más significativas, tradicionales de fe y cultura, que se celebra cada 24 de diciembre, cuyo origen se remonta a 1961, cuando el sacerdote Miguel Cordero Crespo, poseedor de la escultura del Niño Viajero, llevó la imagen a Roma para ser bendecida por el Papa Juan XXIII. Posteriormente, la figura del Niño fue colocada en el pesebre de Belén, en Tierra Santa, consolidándose así una tradición religiosa en nuestra ciudad que se ha mantenido viva durante más de seis décadas.

Como parte de esta tradición, la Universidad Politécnica Salesiana, junto a la Unidad Educativa Técnico Salesiano, la Unidad Educativa Sor Teresa Valsé, la Unidad Educativa María Auxiliadora y las diversas Ramas Salesianas, ha participado activamente en las múltiples actividades programadas en honor al Niño Viajero. Entre estas se incluyen el Pregón del Pase del Niño, la Novena en el Monasterio del Carmen, el develamiento del vestuario del Niño Viajero y los dos eventos más destacados: el Acto Solemne y Eucaristía de Cambio de Padrinos, así como el tradicional Pase del Niño Viajero por el centro histórico de la ciudad.

La Eucaristía de Cambio de Padrinos, celebrada el 23 de diciembre, fue un acto solemne en el que los padrinos salientes —la Policía Nacional Zona 6, el Movimiento Neocatecumenal y el Mercado 3 de Noviembre— entregaron oficialmente la figura del Niño Viajero a los padrinos actuales: Tercera División del Ejército Tarqui, Mercado El Arenal y la Familia Salesiana de Ecuador. El P. Marcelo Farfán, Inspector de Salesianos Ecuador, recibió la imagen en representación de la Familia Salesiana. Este emotivo acto estuvo marcado por un protocolo formal, acompañado de bandas de música, marchas y honores, y la entrega de un regalo simbólico por parte de los nuevos padrinos, como muestra de devoción y respeto.

El tradicional Pase del Niño Viajero se llevó a cabo con una emotiva Eucaristía presidida por Monseñor Luis Cabrera, Cardenal de la Iglesia Católica en Ecuador.  acompañado de Monseñor Marcos Pérez, Arzobispo de la Arquidiócesis de Cuenca y varios sacerdotes de la comunidad salesiana y de otras parroquias de la ciudad. Tras la eucaristía, el Niño Viajero fue transportado en una caminata procesional desde la Catedral Inmaculada hasta la Iglesia de San Sebastián, donde dio inicio oficialmente el Pase del Niño, donde la Familia Salesiana participó junto a otras instituciones y grupos devotos y familias que se unieron con carros alegóricos, música y coloridos vestuarios que representaron el nacimiento del Niño Jesús.

El cierre de la celebración fue la participación de la Universidad Politécnica Salesiana en el Pase del Niño Viajero con un carro alegórico diseñado por los estudiantes de la carrera de Arquitectura de la UPS. Este carro, estaba adornado con flores de diversos colores, letreros pintados a mano con un Arcángel Gabriel cuyas alas mecánicas, anunciaba la presencia de la figura original del Niño Viajero, vestido con un traje verde bordado a mano por las Hermanas Carmelitas, que representa la esperanza y el sufrimiento del pueblo ecuatoriano. Además, acompañaban la figura del Niño la representación de María Santísima y San José, mientras que un grupo de 32 estudiantes se vistieron de ángeles para resguardar al Niño Viajero durante su recorrido por las principales calles de la ciudad.

Ser padrinos del Pase del Niño Viajero para la Familia Salesiana representa un profundo compromiso con los valores de fe, esperanza y solidaridad que Don Bosco sembró en la educación de sus hijos. A través de esta celebración, la Familia Salesiana y la UPS reafirma su compromiso con la formación integral de sus estudiantes, promoviendo no solo la excelencia en la académica, sino también el fortalecimiento de los valores espirituales y humanos que nos unen como comunidad.

En este contexto, el Pase del Niño Viajero no solo es una tradición religiosa, sino también una muestra de la unidad de la comunidad cuencana, que, bajo el amparo de la Virgen María y el Niño Jesús, sigue caminando en la esperanza y en la fe. La UPS, como parte de esta gran familia salesiana, se siente profundamente honrada de haber podido participar en esta significativa festividad, que enaltece tanto el sentimiento religioso como la identidad cultural de la ciudad de Cuenca.