Con gran alegría y devoción, la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) sede Cuenca celebró, como cada año, la festividad de la Virgen Inmaculada Concepción, una de las celebraciones marianas más importantes del calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Esta significativa festividad fue una oportunidad para fortalecer los lazos de fraternidad y fe que nos unen como comunidad educativa salesiana.

La Fiesta de la Inmaculada Concepción, que se celebra cada 8 de diciembre, es un momento de reflexión y gratitud hacia la Madre de Dios, a quien honramos como modelo de pureza y amor divino. La jornada comenzó con una serie de actividades pensadas para vivenciar este acontecimiento con fervor.

Una de las primeras actividades fue una emotiva serenata dedicada a nuestra Madre Inmaculada, así como, una procesión que inició en los exteriores del edificio Juan Botasso. Colaboradores, docentes y estudiantes participaron activamente, llevando con respeto y devoción la imagen de la Virgen en sus hombros. Juntos recorrieron el campus hasta llegar al Coliseo, donde se celebró la Santa Eucaristía, presidida por el Padre Marcelo Farfán, Inspector de los Salesianos en Ecuador, y concelebrada por el Padre Juan Cárdenas, Rector de la universidad. Durante la misa, el coro universitario y miembros de la Pastoral Universitaria interpretaron canciones y poemas dedicados a la Virgen, creando un ambiente de profunda espiritualidad y reflexión.

Al término de la Eucaristía, la Pastoral Universitaria, en colaboración con los departamentos de Comunicación y el Oratorio Don Bosco, organizó una serie de juegos oratorianos, una tradición salesiana que fomenta la unidad, la cooperación y el compañerismo entre estudiantes y colaboradores. Estos juegos no solo fueron una oportunidad para divertirse, sino también para reforzar los valores salesianos que nos caracterizan como comunidad educativa.

Agradecemos a toda la comunidad universitaria por su participación activa y entusiasta en las festividades en honor a la Virgen Inmaculada. Como hijos de Don Bosco, continuamos sembrando fe y amor en los corazones de nuestros estudiantes y colaboradores, y esta celebración fue una ocasión más para fortalecer esos valores fundamentales.