La Universidad Politécnica Salesiana (UPS), fiel a su esencia de compromiso social y educativo, ha puesto en marcha una nueva fase de su proyecto de vinculación con la colectividad, esta vez con un enfoque profundamente humano y transformador. Y es que, más allá de las aulas y los campus, la universidad extiende su presencia al corazón de las Misiones Salesianas ubicadas en Yaupi, Bomboiza y Sevilla Don Bosco.

Este esfuerzo tiene como objetivo principal brindar soporte académico a los estudiantes de colegios en estas comunidades amazónicas, muchas veces olvidadas por las políticas públicas, pero nunca por la familia salesiana. En total, 120 jóvenes serán beneficiados directamente a través de esta iniciativa, recibiendo acompañamiento y apoyo en su proceso educativo.

Como parte fundamental del proyecto, la UPS está dotando con equipos de cómputo a estas instituciones educativas, ofreciendo así un soporte tecnológico indispensable para fortalecer los procesos de aprendizaje. Esta entrega de recursos informáticos busca cerrar brechas digitales y garantizar un acceso más equitativo a la educación.

La universidad pone a disposición recursos, herramientas pedagógicas y, sobre todo, el talento y la vocación de servicio de sus estudiantes universitarios, quienes jugarán un papel clave en el proceso de acompañamiento al aprendizaje.

La verdad es que no se trata solo de enseñar, sino de acompañar, de tender puentes. De mirar al otro y decirle: “aquí estamos, vamos contigo”. El aprendizaje se convierte en un acto compartido, un proceso donde todos aprenden, crecen, se transforman. La universidad apuesta así por una educación que trasciende el aula, que se despliega en los territorios, en los caminos polvorientos, en los patios escolares de madera, en el sonido de la selva.

Además, este proyecto tiene un doble impacto: mientras las y los jóvenes de las misiones fortalecen sus habilidades educativas, los estudiantes de la UPS desarrollan competencias comunicativas, interculturales y sociales que difícilmente se adquieren en un entorno exclusivamente académico. Es una experiencia de formación mutua, profundamente significativa.

La presencia salesiana en el Oriente ecuatoriano es histórica. Y este tipo de iniciativas refuerzan ese legado: una educación que pone el foco en el ser humano, en su dignidad, en su derecho a soñar. La UPS, coherente con su visión institucional, no mira desde lejos, se acerca, camina al lado, escucha.

En definitiva, este proyecto no es un favor. Es una apuesta. Por la equidad, por la interculturalidad, por la justicia educativa. Y también por la fe activa que inspira toda obra salesiana. Porque en la UPS creemos que educar es también vincularnos, comprometernos, construir futuro con otros, y no para otros.